miércoles, 4 de mayo de 2016

VIAJE A LONDRES 2016

El martes 19 de abril de 2016 llegamos después de un largo viaje en autobús y en barco a la histórica ciudad de Londres. No era la primera vez que estaba allí, aunque en esta ocasión sería diferente, ya que iba a pasar la semana en una casa ajena, con gente que no conocía y que no hablaba mi idioma. Por suerte, la familia era muy agradable y nos hizo sentir bienvenidos.

Londres es una extraña mezcla entre lo clásico y lo moderno. Edificios antiguos y modernos rascacielos. Calles interminables llenas de tiendas y restaurantes de todo tipo. Plazas monumentales, como Piccadilly Circus o Trafalgar Square, donde se encuentra la famosa Galería Nacional. Sin duda, Londres se trata de una de las ciudades más preciosas y entrañables de toda Europa.

Una ciudad llena de cultura, tal como demuestran sus interesantes (y gratuitos) museos. Nosotros visitamos el Museo Británico, que guarda los misterios y secretos de las civilizaciones antiguas; el Museo de Ciencias, un resumen de los grandes avances y descubrimientos que la ciencia nos ha permitido realizar; y el que a mí más me fascina, el Museo de Historia Natural, un recorrido por toda la historia de la Tierra, desde los legendarios dinosaurios hasta la aparición del ser humano.


Otro edificio destacado de la ciudad es el palacio de Buckingham, donde reside la reina de Inglaterra, quien cumplió 90 años durante nuestra estancia allí. El río Támesis, a la orilla del cual se encuentra el gigantesco London Eye, nos acompañó durante todo nuestro recorrido. El Big Ben, eterno guardián del tiempo, se erguía imponente junto a las Casas del Parlamento.

Aunque el tiempo se portó en general bastante bien con nosotros, la lluvia nos sorprendió durante nuestro paseo por el extenso y verde Hyde Park, famoso por las simpáticas y escurridizas ardillas que habitan en sus árboles. También visitamos las célebres universidades de Oxford y Cambridge, las dos más antiguas de Inglaterra, y que están llenas de historia.

Nuestra estancia en territorio británico fue divertida, provechosa y memorable, pero también corta. Esto último se notaba sobre todo a la hora de hacer las maletas y emprender el viaje de vuelta. Me siento muy afortunado de haber tenido la oportunidad de disfrutar de esta experiencia, y sobre todo me alegro de haberla compartido con mis amigos y compañeros. Este viaje se quedará grabado en nuestra memoria para siempre.


Miguel Marco Martín


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